top of page

Cómo casarse y no morir en el intento

  • Sara Rubio
  • 22 oct 2015
  • 5 Min. de lectura

​He decidido que mi primera entrada sea sobre lo que ha ocupado la mayor parte de mi tiempo en los últimos meses. Han sido casi nueve meses de preocupación, de nervios, de miedos... Y no, no acabo de ser madre. Me refiero.... ¡A MI BODA! Porque bonito es un rato, pero fácil lo que se dice fácil...


Si estáis pensando en casaros... ¡Enhorabuena! A priori, parece una excelente noticia, y sin duda lo es. Pero ¡OJO! lo es solo si sabes cómo gestionarlo, si no, puede llegar a ser una pesadilla. Y, creedme, no exagero. Saber llevarlo mejor o peor depende de muchos factores: tu carácter, el de tu pareja, si sois los dos quienes estáis participando en todo o solo es uno. Normalmente "el marroncito" nos cae a la mujer, pero os diré que en mi caso no fue así. Fifty-fifty. ¡Y menos mal! Si no, no sé qué hubiera sido de mí. Dentro de mi humilde experiencia, os voy a enumerar una serie de "consejillos" que quizás, solo quizás, os puedan ayudar.



1. NO PLANIFIQUES TU BODA CON UNO O DOS AÑOS DE ANTELACIÓN.


Si decides casarte, hazlo cuanto antes. No por el miedo a que tu pareja se lo piense dos veces, si no porque ¡la tortura durará menos!


Roberto me lo pidió en enero y pusimos fecha el 19 de septiembre. Tiempo más que suficiente para organizar una boda. Yo, a toro pasado, ¡me hubiera casado en junio! Nos hubiéramos ahorrado casi 3 meses de preparativos y de... ¡broncas! Porque eso es lo malo del "fifty-fifty". Sí, porque no ponerte de acuerdo en si pedir japo o pizza un sábado por la noche no supone un gran problema por aquello de "hoy por ti y mañana por mí". Pero para el día de tu boda eso no vale. Ese día quieres que todo sea perfecto y la perfección es muy subjetiva. Así que lo único que toca es intentar convencer al otro de que tu "perfección es más perfecta que la suya". Pero lo más importante es RESPIRAR HONDO.



2. NO LEAS EXCESIVOS BLOGS DE BODAS.


Internet es muy práctico para todo e incluso para casarte. Pero todo en exceso es malo. Si pasas noches y noches buscando ideas para tu boda, acabarás volviéndote loco/a y lo peor... ¡no sacarás nada en claro!


Yo me los he leído todos: blogs, foros, páginas especiales de bodas... todo lo que podáis imaginaros. Me pasaba las horas haciendo capturas de pantalla y enviándoselas a Roberto para ver qué le parecía el centro de mesa de margaritas tan bonito que había encontrado o aquel fotógrafo que tenía tan buena puntuación en el blog que me había leído de arriba a abajo unas veinte veces (David Morales Fotógrafos: un amor de chicos y grandes profesionales). En fin, al lío... la conclusión: Roberto, loco. Y yo, releyédome ese blog y los 40 que tenía en favoritos para ver si me decidía. Habla con tu pareja y pensad qué tipo de boda queréis y a partir de ahí, busca ideas alrededor de ese tipo de boda. Bodas.net te ayuda bastante a eso, a no dispersarte. Nada de "bodas originales" o "bodas de ensueño", porque lo único que vais a conseguir es eso, perder muchas horas de sueño.



3. NO TENGAS MIEDO A CAMBIAR EL TIPO DE BODA QUE HABÍAS SOÑADO DE NIÑA/O.


A veces, por las circunstancias o por buscar la practicidad y comodidad, dejas a un lado ese bonito sueño de niña para organizar una boda con cierto sentido común. ¿Y sabéis qué? ¡No pasa nada! Puede ser igualmente especial, no tengáis miedo a cambiar de planes. Que prime lo práctico a lo idílico. Lo agradeceréis en esos meses pre-boda.


Yo siempre soñé con casarme en la playa. Aunque vivo en Madrid desde hace 5 años, soy de Barcelona y os podéis imaginar cuánto echo de menos el mar. Roberto, aunque nació en Sevilla, es medio gaditano de corazón, así que también le hacía ilusión dar el "sí, quiero" con brisa marina. Todo parecía que en lo más importante, nos habíamos puesto de acuerdo... Pero solo parecía. En estos meses os daréis cuenta de que cuando parece que tenéis algo cerrado, vuelve abrirse por arte de magia. La playa nos quedaba un poco a desmano de casa (a 600 km Barcelona y a casi 700, de Cádiz). Por tanto, pensábamos que era un despróposito coger un AVE cada vez que tuviéramos que elegir el mantel de las mesas o las flores de la ceremonia, así que finalmente y buscando no complicarnos más la vida de lo que se estaba complicando, nos casamos en Madrid, en la Finca El Albero (100% recomendable: un sitio absolutamente mágico y su gente lo hizo todo muy fácil). Así que ni playa ni sueño de niña, como os he dicho: sentido común.



4. DISFRUTAD, EL DÍA PASA VOLANDO.


Esto lo habréis escuchado millones de veces y si no, prepararos​​ porque sin ninguna duda, es el consejo que más vais a escuchar en los meses previos. Y hasta que no llega el día, no te das cuenta de que es el consejo más real de todos.


Yo llegué 1 hora tarde. Sí, sí... como lo leéis. ¡¡60 minutos!! Pero aunque parezca que no tengo perdón de Dios, tengo una buena excusa: alquilamos un escarabajo antiguo y no caímos en la cuenta de que era muy antiguo. Lo cual complicaba el recorrido de 40 km que había desde el hotel a la finca. Por mucho que organices la boda al dedillo, siempre puede pasar algo que no habías calculado. Esa hora que me retrasé hizo que nuestra boda durase exactamente eso, una hora menos. Si a eso le añades, que ese día todo lo ves como a cámara rápida, ya os podéis imaginar que cuando te quieres dar cuenta, estás quitándote las horquillas del moño en la habitación del hotel.


5. ES ¡VUESTRA BODA!; DE NADIE MÁS.


A pesar de las broncas, de las peleas, de las ganas que te entran muchas veces de salir corriendo y de pensar para ti todo el rato: "Anda que si lo sé...". A pesar de todo eso, fue sin duda el día más feliz de mi vida. Pero no por los centros de mesa (Búcaro: muy apañaos), ni por la música (SunSmile Dúo: amenizan el cóctel de escándalo), ni siquiera por la comida (Cattering Ciboulette: magnífico). Fue el día más feliz de mi vida porque por mucho que quisimos decorarlo y ponerlo todo bonito, lo único que yo hacía en aquel lugar, aquel día, vestida de blanco y rodeada de tanta gente, era decirle a Roberto que lo que más feliz me hacía del mundo, era pasar toda mi vida a su lado. Sin más. A pesar de todo y todos, era nuestra boda, nuestro momento. Os dejo uno de los más emocionantes de la boda.




Hay mil maneras de casarte y mil maneras de llevarlo. Yo creo que si un mes después de ese día, echas la vista atrás y sientes que si volvieras a casarte lo harías exactamente de la misma manera... es que de las mil maneras que hay de hacerlo, la tuya, no ha estado mal. Recuerda, RESPIRA HONDO, muy hondo... y DISFRUTA. ​




 
 
 

Comments


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

Cómo contactar

Madrid y  Barcelona
 

bottom of page