top of page

Bruselas: viaje con sorpresa

  • Sara Rubio
  • 30 nov 2015
  • 2 Min. de lectura

Ya han pasado unos días desde aquello. Justo los que necesitaba para respirar hondo y ponerme a escribir.


Teníamos los billetes desde hacía meses. Era un viaje familiar. No se nos hubiese ocurrido viajar al centro europeo del caos y del miedo, así, de repente. Mis suegros, mis cuñados, mis sobrinos, mi marido y yo. Demasiada gente ilusionada con aquel viaje para echarse atrás en el último momento demostrándoles a ELLOS que habían ganado. ¡No hay que tener miedo! Me repetía una y otra vez.


El sábado "desaparecimos" de la capital tratando de normalizar la situación. No nos fuimos huyendo de nada, sino en busca de aquel lugar que recomiendan en todas las guías de viajes: Brujas. Al volver al hotel (en Bruselas) sobre las seis de la tarde, nos encontramos con lo que nos haría replantearnos si había sido buena idea coger aquel avión.


Fue lo primero que el chico de recepción de nuestro hotel nos dijo: "Dos de ELLOS andan sueltos y dicen que con una bomba". Un chaval que hablaba perfectamente nuestro idioma nos contó lo poco que sabía. En estas situaciones las informaciones se mueven demasiado rápido. Las redes sociales son un arma de doble filo: la más inmediata manera de informar y ser informado pero la más peligrosa también. Y en situaciones como estas, cuando la necesidad de "saber ya" es tan necesaria, el peligro aumenta. En fin, el caso es que todo lo que poco a poco íbamos conociendo, hizo que nos alarmáramos de verdad y cancelásemos todos nuestros planes. Nos quedamos en el hotel, en un hotel, por cierto, situado a solo 2 minutos de la Grand Place y a tres paradas de metro de Molenbeek. Como véis, todo perfecto para estar muy tranquilos. Estuvimos "encerrados" en la habitación, y aunque teníamos el estómago bastante cerrado, decidimos comer algo: pedimos pizza. Durante horas no nos separamos de la televisión por cable del hotel, descifrando informativos de todo el mundo. Y también pegados al arma de doble filo, por supuesto.


El domingo fue más relajado. Aunque la ciudad seguía en alerta máxima y no había ni rastro de ELLOS. A pesar de lo escalofriante de los titulares: "atentado inminente". A pesar de todo, decidimos armarnos de valor y salir a la calle. ¡Si los vecinos de París no se escondieron, nosotros tampoco!


La ciudad estaba vacía. Era mi primera vez en Bruselas, pero he viajado a otras capitales europeas y un domingo, el centro de la ciudad, las tiendas y restaurantes de los alrededores, está siempre plagada de turistas. No era el caso. Si es cierto que no éramos los únicos que estábamos intentando llevar la situación con normalidad, pero objetivamente, éramos pocos, muy pocos. Y entre los turistas y belgas más valientes, decenas de militares armados, tanques, sirenas y ELLOS, que desde su escondite, no consiguieron asustarnos, al menos, no del todo.





 
 
 

Comments


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square

Cómo contactar

Madrid y  Barcelona
 

bottom of page